Un Paso a la Vez
“Mejora un 1% al día, y en 70 días serás el doble de bueno.” – Alan Weiss, Ph.D.
Muchos pacientes piensan que cambiar es imposible.
Están equivocados.
En mi experiencia como psicólogo clínico, he visto que lo que está detrás de esta idea es que la mayoría personas piensan como primer paso algo imposible de alcanzar desde el lugar donde están parados. Subir una escalera es sencillo… a menos que quieras saltar del primer escalón al último.
Bajar diez kilos, no discutir más con nuestra pareja, aumentar nuestro sueldo al doble… son metas que lo único que logran es desmotivarnos o quitarnos la esperanza de que un futuro mejor es posible.
Los seres humanos tememos a lo desconocido y a fracasar. Ponerse una meta muy lejana en relación a nuestro presente nos dará susto y terminaremos por evitar siquiera empezar a intentarlo. De hecho, a nivel neurobiológico ponerse una meta excesivamente lejana activa la amígdala, la parte de nuestro sistema nervioso que se encarga de detectar las amenazas a nuestra persona. El miedo que sentiremos nos hará buscar seguridad, y no hay lugar más seguro —aunque lo sea sólo en apariencia— que el lugar donde ya estamos.
Lo primero que tenemos que hacer para cambiar es ponernos como objetivo el avance más pequeño que podamos alcanzar. ¿Cuál sería el 1% del camino que tengo que alcanzar? Si discuto todos los días con mi pareja, no es razonable querer que el próximo paso sea no tener discutir más. ¿Pero si de los 200 minutos que paso al día con ella, me propongo estar en paz 2 minutos como primer paso?
¿Por qué 1%? Porque es usado coloquialmente para significar algo irrelevante, y por eso la técnica del 1% funciona tan bien. Si nos proponemos una meta así de pequeña, no activaremos el sistema detector de amenazas, evitando que surja el medio al fracaso. Robert Maurer Ph.D. llama a estas metas vergonzosamente pequeñas, lo que refleja muy bien la idea. Debemos pensar en pasos que nos daría hasta vergüenza reconocer como desafíos, pero nadie más que uno sabrá de ellos.
Además de esta ventaja, las metas pequeñas al ser realizables y alcanzables diariamente, irán construyendo hábitos, lo que hará que el cambio permanezca en el tiempo.
Si estás tratando de alcanzar una meta específica, pregúntate cada día:
¿Qué paso pequeño puedo dar hoy para acercarme a mi objetivo?
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Si quieres leer más al respecto, te recomiendo ‘Un Pequeño Paso Puede Cambiar Tu Vida’ de Robert Maurer, Ph.D.